Por más cuidados que tengas, no estás exento de padecer alguna enfermedad, en cualquier momento puedes ser víctima de un incidente que te obligue a tomar un descanso laboral. Y qué decir de las mujeres, los embarazos también sorprenden.
Al principio podría ser divertido dejar de trabajar, tomarse un descanso no le va mal a nadie, pero conforme pasa el tiempo y se acumulan horas en casa, puedes llegar a la desesperación, la ansiedad y quizá la depresión, por no poder retomar las actividades a las que estabas acostumbrado.
Sin embargo, llega el momento en que te sientes bien en el lugar donde estas, haciendo cualquier otra cosa: cuidando a un nuevo miembro de la familia o tratando de recuperarte física y mentalmente. Y justo después de sentirte mejor, la licencia se termina y vuelves a trabajar.
Lo más complicado de este proceso es reincorporarte a la rutina; no es sencillo volver a levantarte temprano, retomar los proyectos que quedaron pendientes y adaptarte a horarios de comida. Un escenario cargado de estrés que había quedado en pausa por semanas o meses, vuelve a presentarse.
Para aligerar el impacto que lo anterior puede ocasionar en la vida de los profesionales, te presentamos 5 consejos para que tu regreso al trabajo sea todo un éxito:
Sin duda, volver al trabajo no es sencillo. Si el motivo de tu ausencia fue por embarazo, seguramente tendrás sentimientos de culpa por dejar a tu bebé; si la causa fue médica, quizá físicamente no estés al 100% y esto te impida realizar algunas actividades, lo que podría desanimarte. Que nada de esto te moleste, todo es pasajero e irá desapareciendo a medida que pasen los días; tienes que adaptarte nuevamente a esta forma de vida. El cambio no es fácil, pero encontrarás la motivación que te hará continuar.