Uno de los grandes retos del líder es conformar un equipo de trabajo, ya que no basta con juntar a unas cuantas personas para realizar una tarea, sino que es necesario encontrar a ese grupo de personas que, en conjunto, alcance los objetivos deseados. La multiplicidad de perfiles será siempre la mejor manera de darle valor al capital humano.
Como líder, lo primero que tienes que hacer es tener una visión clara de lo que quieres lograr con la formación del equipo, así como las habilidades que deben poseer cada uno de los futuros integrantes. Pero ¿cómo lograr un buen equipo de trabajo? Pueden existir muchas confusiones sobre el propósito de estos grupos, pero una estrategia bien pensada te ayudará a reconocer el perfil de los profesionales y las labores que deben cumplir.
Una vez que tengas a la gente y las ideas, transmite el mensaje: ¿por qué existimos?, ¿cuál es nuestro propósito? y ¿cómo conseguiremos el éxito?, estos son algunos de los cuestionamientos que debes resolver. Es importante que el equipo se sienta motivado y además se desarrolle en un ambiente de honestidad y confianza, estar unidos en las buenas y en las malas es la mejor manera de lograr el objetivo propuesto.
Ser el líder no te hace superior a los demás, simplemente serás el guía en esta travesía profesional. Recuerda que todos están trabajando por una meta en común y cada uno es especialista en un área, por lo que debes confiar en ellos; es importante que los profesionales asuman sus responsabilidades y laboren en lo que les corresponda. Tú sólo encárgate de supervisar que el equipo siga funcionando.
Los especialistas coinciden en que el líder debe tener “mucho corazón”, porque se trabaja con seres humanos y no con robots. Es decir, para que den resultados debes tratarlos como lo que son. Es necesario que los conozcas, que te comuniques y resuelvas sus necesidades.
En este sentido, como personas, es normal que existan los conflictos, lo cual no es malo, simplemente hay que saber manejarlos. No te concentres en evitar los roces, esto a la larga puede ser contraproducente, ya que se crea una falsa armonía y la tensión tiene que explotar en cualquier momento. Simplemente construye un ambiente donde la apertura y libertad de expresión sean la base, recibe las diferentes opiniones y soluciona aquello que esté molestando al equipo.
Debes asegurarte de alcanzar los resultados. Muchas veces las empresas no confían en este tipo de equipos porque sólo los ven como un gasto. Sin embargo, como líder del grupo, te corresponde desmoronar este mito y lograr a mediano, corto o largo plazo –según las métricas establecidas al principio– los resultados a los que te has comprometido llegar.
En el ámbito profesional nada está asegurado, por lo que el fracaso puede llegar en cualquier momento; no dejes que este sea un impedimento para formar el equipo ideal. El líder necesita tener pasión para lograr los objetivos, demuestra de lo que eres capaz y recluta a los mejores profesionales, aquellos que lograrán el éxito en conjunto.