Un tema que ha sido muy discutido en el mundo empresarial en los últimos años es la relación de las actividades laborales con la vida personal. Siempre será más saludable lograr un equilibrio entre ambas variables, aunque en ocasiones el empleado tenga la necesidad de permanecer más horas en la oficina de las que debería.
Un factor que está en cuestionamiento en esta problemática es la falta o exceso de productividad. Permanecer más de ocho horas (jornada laboral promedio) frente a una computadora no es sinónimo de rendimiento, pero esto no significa que se debe abusar de la flexibilidad de horario y ausentarse tras poco tiempo trabajado.
En este punto, los líderes empresariales se preguntan cuál es la mejor opción: ¿trabajo por objetivos o por horas?
Ventajas y desventajas
En el trabajo por horas las ventajas son pocas: los empleados están obligados a cumplir un horario laboral, aunque esto no determina si las tareas asignadas en el día se concluyen o no de manera satisfactoria. Además, las motivaciones para los trabajadores disminuyen y la rutina se vuelve pan de cada día. Por ende, la productividad cada vez es menor y se labora a un ritmo lento y apático.
Algunos líderes tienen un concepto errado en este sentido y creen que tener un horario es sinónimo de productividad, cuando la realidad es completamente diferente. Habrá individuos que obliguen a cumplir el horario con el argumento de que todos deben trabajar el mismo tiempo, sin excepciones. La clave aquí es qué tan fructífero y provechoso es el tiempo que pasan en la oficina.
Por el contrario, trabajar por objetivos es sinónimo de responsabilidad para el trabajador, ya que al tener clara la meta que le está exigiendo la empresa, él sabrá cómo administrar su tiempo para cumplirla. Como líder podrás calificar las habilidades del individuo a través de las funciones de su puesto y saber si cumple o no con los requisitos. Asimismo, podrás descubrir talentos y capacidades que de otra manera no habrías encontrado.
De igual manera, como responsable de la gestión del capital humano, tienes el compromiso de hacer sentir a cada uno de tus trabajadores que no son un número más en tu compañía, sino personas valiosas y con grandes habilidades. A través de esta modalidad de trabajar, los empleados saben lo que la empresa espera de ellos y ejecutan sus tareas a cambio de remuneraciones, e incluso bonos.
Las compañías deben adaptarse
El mercado laboral actual está regido por un método de trabajo por horas. En la mayoría de las entidades se le pide al empleado laborar un determinado tiempo a la semana, pero cumplir con este requisito es uno de los muchos factores que impiden al individuo disfrutar lo que hace. La frustración podría hacerse presente y, ¿de qué te sirve tener 100 individuos en tu compañía si todos están insatisfechos? Ha quedado claro que este no es el mejor método para elevar la productividad laboral, ni mucho menos cumplir con los objetivos establecidos. Entonces, ¿por qué sigue vigente?
Si lo que buscas es posicionar a tu compañía entre las mejores del mercado, contar con una plantilla laboral eficiente, satisfecha y lograr todas las metas propuestas en el día a día, entonces el trabajo por objetivos es la mejor opción. El mercado de hoy día lo solicita. No es cuestión de gustos, sino de adaptación. Las nuevas generaciones no quieren ser esclavos, sino individuos valiosos.
Asimismo, el trabajo por objetivos permite que las empresas exploten al máximo herramientas como los KPIs (indicadores clave de rendimiento), los cuales miden el desempeño de la compañía, concentrándose en el cómo se hacen las cosas e indicando qué tan efectivos se vuelven los procesos para alcanzar la meta fijada.
Al final la decisión es tuya, pero recuerda que trabajar por objetivos es la mejor manera de alcanzar la competitividad.