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Las empresas dependen en su totalidad del recurso humano, de modo que la velocidad y la eficiencia en su producción inciden directamente en las ganancias de la empresa. Por ello, te presentamos 4 prácticas para mejorar la productividad de los empleados.


Capacitación

La capacitación es de suma importancia, pues dotará a tus empleados de las habilidades necesarias para desarrollar su trabajo de la mejor manera. El departamento de capacitación o desarrollo organizacional deberá proveer planes de entrenamiento y certificación para cada uno de los procesos que se llevan a cabo en la empresa, de esta manera el empleado ganará los conocimientos necesarios para desempeñarse a la perfección. La capacitación es también una potente herramienta de motivación.

Incentivos

Dentro de las mejores prácticas para mejorar la productividad de los empleados, se encuentra el hecho de incentivarlos cuando llegan a una meta predeterminada o, simplemente, porque rindieron excelentemente la semana que acaba de pasar. Darle incentivos a un empleado disparará sus niveles de rendimiento, porque se sentirá respaldado, protegido y valorado.

Las metas deben ser concretas y medibles, como ser, por ejemplo, aumentar la producción en un 20 %, crear un modelo nuevo de producto que supere en velocidad, calidad y liviandad el anterior. Además, a los efectos de lograr que el empleado se involucre totalmente en alcanzar las metas, se le debe detallar exactamente qué debe hacer para ello y qué obtendrán por el buen desempeño.

Involucrar

No habrá mejoras significativas si el empleado no se siente parte de la empresa, es decir, si no se siente involucrado. Tener charlas motivacionales con los empleados es una importante inversión que se verá reflejada en los resultados. Es necesario que el empleado entienda que si la empresa mejora, todos lo harán, empezando por él mismo.

Una de las herramientas más poderosas para lograr el involucramiento del personal es la retroalimentación constante, en conjunto con la creación de compromisos para mejorar el salario, los beneficios y las condiciones de trabajo, si es que se logran las metas que se han planteado. Por supuesto que dicho compromiso debe estar respaldado por promesas realizables, las cuales se tendrán que cumplir una vez logrados los objetivos.

Comunicación

Jamás debemos dejar la comunicación de lado. Asegúrate de que el empleado sepa en detalle lo que debe hacer, cómo y cuándo, además de proporcionarle información sobre la trayectoria que lleva la empresa. Todos deben y tienen el derecho de conocer las condiciones en cuanto a resultados. Existen muchas formas de comunicarse dentro de la empresa: memos, circulares, e-mails, carteles, reuniones grupales e individuales, etc. No hay excusa, la comunicación tiene muchos canales y es imprescindible para mejorar la productividad y cientos de aspectos más en la empresa.

Estas prácticas te ayudarán a preparar el terreno para que tus empleados alcancen la excelencia en la productividad. Existen muchas más que podrás ir encontrando durante el día a día y tú sabrás cuál funciona mejor en tu organización. Te sorprenderás al darte cuenta de que no todo es técnica y capacitación para mejorar, sino que la motivación es parte vital del proceso de producción.

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